Inteligencias Artificiales, preocupaciones y regulaciones

Mauricio Orozco

Gestor de Tecnologías de Información, Academia de Tecnología UCR / Local Main Contact (Cisco / UCR) / Instructor Cisco, Redes y Telecomunicaciones

Hace algún tiempo, cuando escuchábamos el término «inteligencia artificial», lo asociábamos con películas y libros de ciencia ficción. Sin embargo, en la actualidad, la inteligencia artificial (IA) se ha convertido en una realidad y es una herramienta muy útil en diversos sectores laborales.

La inteligencia artificial, como concepto, es una especialidad dentro del campo de la investigación y la informática. A través de mecanismos lógico-matemáticos, se programan órdenes en las máquinas con el objetivo de satisfacer las necesidades de las personas.

Sus aplicaciones son muy variadas y las encontramos en nuestra vida diaria. Por ejemplo, interactuamos con asistentes virtuales en nuestros ordenadores y dispositivos como Alexa, Siri, Cortana, Google Assistant, entre otros. En el campo de la medicina y la atención médica, la IA se utiliza en el diagnóstico médico, la detección temprana de enfermedades, el descubrimiento de fármacos o el desarrollo de terapias personalizadas. En las finanzas, se emplea en el análisis de datos financieros, la detección de fraudes, la gestión de riesgos, el trading algorítmico y la asesoría financiera automatizada. También se utiliza en el transporte para la planificación de rutas, la gestión del tráfico, la conducción autónoma y la optimización de la cadena de suministro. Estos son solo algunos ejemplos, ya que la inteligencia artificial está presente en sectores como la robótica, la manufactura, el diseño, el comercio electrónico y el marketing, entre otros.

A medida que la inteligencia artificial se vuelve más común en la sociedad, surgen preocupaciones éticas y de privacidad con relación a su uso. Uno de los principales problemas es la toma de decisiones sesgadas, donde los algoritmos de inteligencia artificial basan sus decisiones en patrones de datos históricos que pueden estar parcializados en términos de raza, género u otros factores. Esto puede llevar a decisiones discriminatorias y agravar las desigualdades existentes en la sociedad.

Otra preocupación importante es el uso no autorizado de datos personales. Muchos sistemas de inteligencia artificial se basan en grandes cantidades de datos personales para entrenar sus modelos. Si estos datos no se gestionan adecuadamente, pueden ser vulnerables a robos o violaciones de seguridad, lo que podría comprometer la privacidad y seguridad de las personas.

Las IA vs empleabilidad

Si bien las IA representan una opción de desarrollo profesional y laboral, también existe preocupación sobre la inteligencia artificial que puede reemplazar a los trabajadores humanos, especialmente en trabajos de baja cualificación. Si bien esto podría aumentar la eficiencia y reducir los costos para las empresas, también podría tener consecuencias económicas y sociales negativas, como el aumento del desempleo y la desigualdad económica.

Es importante abordar estas preocupaciones éticas y de privacidad a medida que la inteligencia artificial continúa avanzando en la sociedad. Esto puede incluir el desarrollo de prácticas éticas y estándares sólidos de privacidad, así como la educación y la concientización sobre los posibles impactos de la inteligencia artificial en la sociedad y la economía.

Y precisamente hablando de estas preocupaciones, las regulaciones a las inteligencias artificiales son un tema importante a medida que esta tecnología continúa desarrollándose y siendo ampliamente utilizada. Aquí hay algunos aspectos clave que se deben considerar al hablar de regulaciones para la IA:

  • Ética y responsabilidad: Las regulaciones deben abordar cuestiones éticas y responsables en el desarrollo y uso de la IA. Esto implica establecer estándares éticos para garantizar que los sistemas de IA sean justos, imparciales y respeten los derechos humanos. También se debe definir la responsabilidad legal y la rendición de cuentas en caso de daños o consecuencias negativas causadas por sistemas de IA.
  • Transparencia y explicabilidad: Las regulaciones deben exigir que los sistemas de IA sean transparentes y explicables. Es importante comprender cómo funcionan los algoritmos y cómo toman decisiones para evitar la opacidad y la falta de responsabilidad. Los usuarios y las partes interesadas deben poder comprender y cuestionar las decisiones tomadas por los sistemas de IA.
  • La privacidad y protección de datos: Las regulaciones deben garantizar la protección de la privacidad y los datos personales utilizados por los sistemas de IA. Esto implica establecer estándares claros sobre cómo se recopilan, almacenan y utilizan los datos, así como obtener el consentimiento adecuado de los individuos para su uso. Además, se deben implementar medidas de seguridad sólidas para proteger los datos contra violaciones y accesos no autorizados.
  • Sesgo y discriminación: Las regulaciones deben abordar el sesgo y la discriminación en los sistemas de IA. Los algoritmos de IA pueden verse influenciados por sesgos inherentes en los conjuntos de datos utilizados para entrenarlos, lo que puede conducir a decisiones discriminatorias. Las regulaciones deben exigir pruebas y evaluaciones rigurosas para detectar y mitigar el sesgo en los sistemas de IA.
  • Seguridad y confiabilidad: Las regulaciones deben asegurar que los sistemas de IA sean seguros y confiables. Esto implica establecer estándares de calidad, pruebas y certificaciones para garantizar que los sistemas de IA cumplan con los requisitos de seguridad establecidos. También es necesario considerar los riesgos potenciales de la IA, como el mal uso o la manipulación de los sistemas por parte de actores malintencionados.

El objetivo de establecer regulaciones para la inteligencia artificial no se centra en limitar dichos sistemas, sino en garantizar que sean sistemas confiables y transparentes que puedan beneficiar a la humanidad en términos personales, sociales y económicos.